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Entre los escritores y aficionados a la lectura existe una sentencia que afirma que no hay que juzgar un libro por su portada. Pues bien, esta misma reflexión se puede aplicar también a la arquitectura. Es muy atrevido juzgar el interior de una vivienda sólo por el aspecto de su fachada, al fin y al cabo, es dentro de la casa donde hacemos vida y donde debemos sentirnos cómodos y felices. Nunca podremos saber cuáles son los secretos que se esconden en el interior hasta que no entremos y los descubramos. En este libro de ideas te proponemos descubrir uno de esos sorprendentes apartamentos que desde una calle cualquiera, en un barrio cualquiera, apenas llama la atención pero que una vez dentro te quedarás con la boca abierta. Entra de la mano de homify.
El aspecto de la fachada, más bien humilde, resulta un tanto confuso; no se sabe muy bien se se trata de una vivienda o varias con unas dimensiones muy estrechas. Causa una primera impresión que como veremos a continuación es completamente falsa. Libérate de prejuicios y deja que descubramos la verdad.
Nada más atravesar la puerta la sorpresa está servida. El impacto es mayúsculo al encontrarte con el interior de esta maravillosa vivienda. Las dimensiones se han multiplicado y han cobrado vida con los múltiples niveles de altura que en ella podrás encontrar. Las altas columnas que terminan en lo alto del techo de esta construcción ayudan a aumentar la percepción del espacio, el uso de colores neutros en contraste con los detalles amarillos permiten obtener un estilo moderno ante una fachada tan simple y urbana.
El aprovechamiento de cada rincón, resulta sorprendente. En el nivel inferior encontramos un acogedor salón y una cómoda cocina, elegante y práctica, con un mobiliario moderno y original, situada debajo de las escaleras que guían el camino hacia la planta superior. El salón es un retrato de la originalidad y creatividad del diseño que invade todo el conjunto de la vivienda, conviviendo a las mil maravillas con el uso de la cocina en la planta baja de esta casa tan peculiar.
Una buena forma de dividir los espacios es utilizar diferentes materiales y aprovecharlos para que sean representativos de cada ambiente. Con una cortina ocultamos y damos privacidad a un pequeño dormitorio habilitado bajo las escaleras para una persona mayor cuyo grado de movilidad le impide estar subiendo y bajando escaleras todos los días. No sólo se aprovecha el espacio sino que además se hace con discreción y buen gusto.
Subiendo por las escaleras accedemos a la zona de descanso. Los dormitorios se encuentran unidos por un elegante pasillo con vista al hueco central de la casa, que respeta las proporciones de la misma, dejando las habitaciones dentro de la estructura homogénea de todo el edificio, sin necesidad de añadir o quitar ningún elemento arquitectónico.
Desde la perspectiva de la parte alta de la vivienda, podemos confirmar cómo todos los elementos del mobiliario se han adaptado perfectamente al mandato del espacio disponible, demostrando que no es necesario intervenir con materiales o elementos lujosos para crear un ambiente elegante, creativo, acogedor y sobre todo familiar y funcional.
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