En el libro de ideas de hoy les vamos a compartir una de las herramientas favoritas de decoradores y diseñadores de interiores en todo el mundo: el papel pintado.
El papel pintado ha estado presente en la decoración desde antes de la Revolución Industrial que marcó un hito porque fue en ese momento en el cual comenzó a fabricarse en serie. La tecnología, con la digitalización de las imágenes, ha jugado un papel importantísimo en la variedad de tipos, patrones y motivos de papel colgante, como también se lo llama, que encontramos en el mercado actualmente. Adicionalmente, los materiales son cada vez más amigables en términos de colocación así como del mantenimiento y limpieza posteriores.
Podemos afirmar sin lugar a dudas, que es más sencillo que nunca usar el papel pintado, ya sea con la ayuda de profesionales, o como proyectos DIY, para los más emprendedores y hábiles de nuestros lectores. Vale la pena darle una oportunidad a este elemento decorativo tan completo y fácil de incorporar en nuestros espacios y empezar de a poquito si tenemos miedo de cansarnos, ya sea en una sola pared o creando acentos en columnas o superficies más pequeñas.
En espacios grandes como la sala, podemos darnos el lujo de elegir los papeles pintados más extravagantes, ya que no le robarán amplitud visual al espacio. Con esta herramienta tan sencilla, nuestra sala pasará de aburrida a sensacional en un dos por tres.
Otra opción aún más económica y sencilla es la de pegar vinilos decorativos en las paredes. De esta forma podemos empezar a decorar nuestras paredes delicadamente, sin arriesgarnos a un cambio tan radical que pueda hacernos sentir abrumados en un principio.
Si no queremos cubrir la pared completa con papel pintado, siempre podemos decantarnos por los modelos más pequeños, que parecen un gran cuadro cuando los pegamos en la pared.
Los papeles pintados de un solo color generalmente vienen en tonalidades metálicas o transmiten algún tipo de textura, para lograr distintos efectos de la manera más cómoda y rápida.
Si por el contrario, lo que queremos es un efecto más teatral y dramático, entonces lo mejor es decantarnos por papeles colgantes con más colores y profundidad.
Para darle más alegría al cuarto del bebé o de los niños, el papel pintado es sencillamente la mejor opción que ofrece el mercado. Existen tantos modelos, colore y patrones, que de seguro encontraremos el que más nos guste.
Los patrones geométricos y abstractos, súper retro por cierto, están de última. Así que es un buen momento para darle a alguno de nuestros espacios un aire setentoso.
El papel pintado nos ayuda a proteger y adornar las paredes, a darle más color y profundidad a nuestros espacios, a hacer que un recinto más bien aburrido se convierta en único y a lograr todo esto gastando lo mínimo.
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