Persianas eléctricas: ¿son realmente una buena idea?

Pasar de un sistema manual a uno eléctrico es muy simple. Si se elige el instalador adecuado, el proceso se puede completar en cuestión de horas. 

Incluso si no se dispone de mucho presupuesto, la persiana manual se puede automatizar. Para lograrlo se tiene que saber cuál es el diámetro de su eje, el cual puede ser de 40 o 60 milímetros.  La vieja persiana puede ser de madera, aluminio, PVC o acero. Es muy importante tener claro tamaño y el material ya que de eso dependerá el tipo de motor. 

Trasformar una persiana manual a eléctrica es muy fácil. Se debe sacar la persiana del tambor, y comprobar que no existan láminas dañadas. Después, en el eje se debe colocar el motor. Finalmente se vuelve a montar la persiana en el tambor y se realizan las conexiones necesarias para su funcionamiento.

Si duda, las persianas eléctricas para ventanas traen muchos beneficios, además de que ofrecen seguridad y atractivo estético, son grandes aisladoras. Es decir que, pueden mantener los espacios calientes en invierno y frescos en verano, reducen el ruido, filtra los rayos del sol y son una gran opción para mantener la privacidad.

A diferencia de las persianas manualmente enrollables, cuya operación requiere de cierta fuerza y tiempo de los usuarios, las eléctricas son muy fáciles de levantar o cerrar ya que sólo se debe presionar un botón. Además son perfectas para personas con movilidad reducida.

Las persianas eléctricas para ventanas son una de las mejores formas de disuadir a los intrusos de intentar ingresar a un hogar o negocio. Mientras están en la posición baja pueden bloquearse. Asimismo tienen pasadores de retención que se fijan en los rieles de guía desde la parte superior. Estos pasadores se encuentran en toda la cortina y, mientras está en posición cerrada no pueden manipularse.

Algunos sistemas eléctricos tienen funciones adicionales, como un temporizador, que permite preestablecer la apertura y cierre de las persianas todos los días al mismo tiempo. Ese plus es una excelente característica de seguridad cuando no se está en casa.

Y si de automatización y sistemas inteligentes se trata, algunas persianas eléctricas también operan con energía solar, lo cual hace que sea eficiente energéticamente. 

Otra ventaja es que son más accesibles. Muchas ventanas se encuentran detrás de los muebles y en las esquinas cerradas, por lo que cuando el acceso es complicado y la movilidad es un problema, la solución es automatizar el sistema de persianas y así se evitan inconvenientes.

Las persianas eléctricas también agregan valor a la propiedad. Son modernas y hacen un hogar u oficina mucho más atractivo. Llevan poco mantenimiento por lo que no es necesario perder tiempo y dinero acudiendo, frecuentemente, a profesionales para reemplazar las correas o darle servicio al sistema.

Por otro lado, las persianas eléctricas cuentan con un sistema mucho más seguro. Los obturadores eléctricos bloquean el motor cuando las persianas están completamente bajas, lo que hace que la ventana sea más segura y no se pueda abrir fácilmente, como sucede con las convencionales. 

Con las persianas eléctricas se gana en intimidad, presionando el botón del control remoto se puede subir o bajar sin tener que moverse.

Algunos modelos de persianas eléctricas para ventanas y puertas han sido diseñadas con espuma de poliuretano que aumenta el factor R y desvían la penetración solar. 

Con las persianas eléctricas se puede disminuir los costos de refrigeración y calefacción. No solo bloquean hasta 90% de ganancia y pérdida de calor, también brindan increíbles oportunidades de control de ruido.

Un gran acierto de las persianas eléctricas es que funcionan a velocidad constante, lo que permite un funcionamiento uniforme, suave y consistente sin tensión excesiva en las piezas. Por lo tanto, son más resistentes y su vida útil más prolongada.

Una de las desventajas de las persianas eléctricas es que suelen ser un poco más costosas que las manuales. Los precios  superan los 15 mil pesos pero todo depende del tipo de modelo, dimensiones y estilo.

Otra contra de las persianas eléctricas es que pueden llegar a gastar bastante electricidad, al no ser que el sistema se encuentre automatizado e incorpore energía renovables para su funcionamiento.

Eso si, las persianas eléctricas requieren menos mantenimiento que las manuales. Lo único que es importante tener en mente es que deben limpiarse regularmente ya que el polvo puede dañar el motor.

La domótica, que es la automatización de las funciones de la vivienda haciéndola más eficiente, es una tendencia en aumento. Con ella se pueden controlar los sistemas eléctricos de la propiedad, y del resto de las instalaciones. Bajando e instalando una aplicación en el celular, por ejemplo, se puede programar distintas funciones como es la hora de riego del jardín o la apertura de puertas y ventanas. 

La domótica también se emplea para subir o bajar las persianas eléctricas de una propiedad. Se pueden controlar desde un smartphone y, este tipo de propuestas, además de ser muy atractivas visualmente, son eficientes energéticamente y muy seguras. Sin duda, reemplazan a las antiguas rejas y aportan un valor económico y estético muy importante a la propiedad. 

Si bien los sistemas domóticos son costosos, sin duda , son una inversión a largo plazo en la que vale la pena invertir ya que se gana en seguridad y se ahorra energía, un dato no menor si se tiene en cuenta el elevado costo que, actualmente,  tiene la electricidad.

Para presupuestos más acotados se puede optar por modelos no tan modernos, que son bastantes básicos, en cuanto a funcionamiento, y cuyo valor es más asequible. Tan sólo se componen de un simple motor, el cual al accionarse reemplaza mecánicamente el laborioso movimiento manual. 

Finalmente, independiente, del modelo o diseño de persianas eléctricas que se elija, los beneficios son muchos y son una buena propuesta si se piensa en remodelar o proyectar un espacio.