Decorar tu hogar es mucho más complicado que llenarlo de muebles. Es darle tu toque personal. ¡Que tu casa se parezca a ti! Es sacar de una vivienda sin alma un hogar. Cambiar la decoración de la casa o amueblarla desde cero es la manera más sencilla y económica de re-modelar, ya que no requiere de grandes obras ni necesita tumbar paredes, solo es importante ¡una poquito de creatividad!
Por eso te mostramos hoy la magia de la decoración usando como ejemplo el diseño de Brunete Fraccaroli y el análisis de Nerea Menor. Casi 400 metros cuadrados totalmente desiertos han sido convertidos en un maravilloso hogar lleno de elegancia color turquesa y el púrpura.
¿Emocionados? ¡Nosotros también! Empecemos…
El la fotografía vemos un apartamento estándar. Se encuentra en muy buen estado, es de nueva construcción y tanto techos como suelo y paredes están impecables. Dos amplios ventanales prometen una gran cantidad de luz natural, seguro que esto facilitará la decoración. Vamos a ver en que se ha convertido este salón…
El espacio ahora parece otro y, ¿no creéis que se ve algo más grande? El sofá púrpura preside la zona situada en el primer plano de la fotografía y al fondo vemos el comedor. Una línea de espejos camufla el doble techo de la estancia que se hace más bajo en el área junto a la ventana. El lugar elegido para el comedor es perfecto, algo aislado, no necesita una habitación propia…
Este espacio se eliminó, la chimenea quitaba espacio y en esta zona de Brasil no se le daba mucho uso. Las particiones no eran necesarias en una casa tan amplia que no necesitaba muchas estancias separadas. Si se quiere ganar amplitud visual es importante crear espacios diáfanos y no compartimentar la superficie de la vivienda.
Volvemos al estado decorado. En la fotografía del amplio sofá púrpura, otro mueble se reflejaba en el espejo, pues bien, aquí lo vemos completo. Sobre el observamos el reflejo del moderno sistema de ventilación y los focos empotrados que añaden luminosidad a la casa y pasan desapercibidos…
Nos metemos de lleno en el espacio destinado al comedor para verlo de cerca. Los espejos sobre el acceso crean un juego visual singular, y singulares son también las butacas púrpuras (como no) que descansan junto a una mesa de diseño. La nota clásica viene de la mano de la madera en el pavimento sutil pero suficiente. Este interior rebosa alegría, es muy dinámico y se aprecia en él el estilo personal de la diseñadora…
’El dormitorio principal ha sucumbido también a los encantos del azul turquesa. Con un fondo en el que aparecen dunas de arena y un cielo azul encajan a la perfección los textiles elegidos para cubrir la cama. Las lámparas auxiliares, que en cualquier otra estancia destacarían de sobremanera, no llaman mucho la atención por todos los detalles que la diseñadora decidió incorporar.’
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