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¿De qué hablamos cuando hablamos de revoques? Quizás muchos ya lo sepan, mientras que otros piensen que es una tarea imposible de realizar.
Lo cierto es que el revoque es la aplicación de una o más capas de uno o varios materiales sobre una superficie de obra. Cuando queremos reformar una casa vieja, es usual que se haya que retocar las paredes interiores o exteriores.
En este artículo, repasaremos algunos consejos fundamental para revocar una pared sin tener demasiados problemas. Y veremos que es más sencillo y seguro de lo que se piensa, y que se puede obtener un buen resultado sin hacer demasiado lío.
Claro que, como en todo trabajo de albañilería, hay que lograr algo de técnica antes de realizar trabajos perfectos. Así que recomendamos que los primeros revoques sean en zonas menos visibles, aunque se puede volver a intentar el revoque si no queda como lo deseamos.
Para el exterior de un edificio, cocheras, parte de la cocina y lavadero, comedor y habitaciones se hace un revoque que consta de tres capas de distintas funciones.
Para el revoque grueso, se colocan cuatro hilos paralelos a la pared formando un rectángulo, los mismos están atados a clavos, de forma que en conjunto son el plano del futuro revoque. Luego se forman las fajas, se tomo como guía el hilo superior, se amuran listones de madera llamados bolines con mortero. De esa manera, la superficie del listón es la futura superficie del revoque.
Existen diferentes tipos de revoques. Los más conocidos son revocado rayado, revoque rugoso y el revoque liso.
El revoque rayado consiste en una pasta sintética que contiene arena natural. La masa debe ser trabajada mientras esté húmeda para que la arena se marque con precisión. Para una mejor terminación, se recomienda realizar dibujos
homogéneos.
El segundo tipo de revoque, el rugoso, no contiene arena. Se trata de un material sintético que contiene más agua que el revoque rayado. Para aplicarlo se debe utilizar un rodillo o una pistola, según la textura que se desee. También debe trabajarse mientras la masa esté húmeda.
Otra alternativa es el revoque liso. La característica principal de este revoque es que admite diferentes acabados. Se aplica con mortero de cal, yeso, cemento o mixto, que consta de varias capas de mortero.
Es muy importante recordar que el yeso sólo se utilizará en interiores y en zonas alejadas de cualquier humedad. ¿Por qué? La humedad hace que el yeso se estropee en muy poco tiempo. Tampoco deberemos aplicar yeso sobre objetos metálicos porque los oxida dando lugar a fugas.
Si vamos a realizar un revoque interior con yeso, lo primero será pegar toques de yeso en la pared, uno encima de otro, a una distancia suficiente para que podamos marcar con los listones.Una vez haya que secado, procedemos a situar los listones apoyando en los toques y rellenamos la parte interna de éste, de forma que creemos una línea de yeso con la inclinación y grosor adecuados.
Una vez hecho esto, procedemos a amasar yeso en cantidad.
Preparación del revoque:
A la hora de preparar un buen revoque, es importante saber que con la práctica lograremos tener una mezcla ideal. En este artículo nos limitaremos a explicar la mezcla clásica para revoque grueso, que es la base para cualquier tipo de construcción.
Para prepararlo necesitamos tres partes de arena, una parte de cal común y un octavo de parte de cemento.
Este tipo de revoque se utiliza para pegar ladrillos, hacer contrapisos, carpetas, losas, y mucho más.
Una vez que esté todo listo, se aplica la primera capa de revoque, que debe tener una consistencia fluida.
Debemos lanzar el material con la paleta desde abajo hacia arriba. Luego, hay que rayar esta primera capa con la paleta antes que se seque para que la segunda capa se adhiera mejor. Dejamos transcurrir al menos una semana para aplicar una segunda capa.
Una vez aplicada la segunda capa, antes de que se seque hay que eliminar irregularidades. Si durante la aplicación del revoque el cemento se comienza a secar, debemos humedecerlo salpicando agua con una brocha redonda.
Existen tipos de revoque estético como el tirolés (que requiere una maquinaria adecuada), el rústico (se aplican áridos de colores de aproximadamente 10 mm de grano, y se aplica golpeando el árido contra la pared todavía húmeda) y el revoque granulado.
Por otra parte, hay distintos materiales que pueden permitirnos realizar un revoque raspado de distintos colores. Para eso, necesitaremos un rascador que utilizaremos cuando la masa se vaya endureciendo.
Estos revoques son algo más complicados y para conseguir una buena terminación es necesario contar con experiencia.
El revoque rugoso tiene un mayor porcentaje de agua que otro tipo de enlucido. Para su aplicación, se utiliza una llana, una paleta, rodillos de esponja o de goma o una pistola. La elección entre uno u otro material depende de la textura que se quiera lograr.
El revoque tirolés se aplica con una máquina específica, que se puede alquilar en tiendas especializadas. Se realiza con cemento de acabado y la textura granulada se obtiene por la aplicación con máquina.
Por último, el revocado granulado se obtiene gracias a unos áridos artificiales. Nada más aplicar la última capa de revoque (tiene que estar blanca), de 10 a 12 milímetros de espesor, se pegan los áridos.
El principal problema a la hora de revocar se presenta por las agresiones ambientales. La lluvia, el sol y los agentes contaminantes, afectan el sustrato y los signos de deterioro en los revoques son descascaramiento, englobamiento, picaduras, grietas y fisuras.
La cuestión de las grietas quizás sea el problema más común. Hay diferentes tipos de grietas. Una de ellas es la entramada, con las que el revestimiento no se llega a romper pero forma fisuras horizontales y verticales.
En tanto, las grietas lineales son las que tienen la forma de una rama de árbol. De cada vértice se desprenden tres ramificaciones.
Es fundamenta detectar la causa por la que se produjeron las grietas para poder seleccionar el método de reparación más adecuado. Hay que verificar su ancho y determinar si se trata de grietas muertas o vivas
. La característica distintiva de las primeras es que su ancho y longitud no varían, es decir son estables. Por el contrario, las grietas “vivas” varían su ancho y longitud con el tiempo por efecto de las cargas, cambios térmicos y solicitaciones dinámicas.
Para las grietas más comunes, se recomienda ensancharlas en forma de cuña con una espátula y eliminar el polvo. Luego sellar con el recubrimiento elástico bien diluido, dejar secar y rellenar con masillas o selladores elásticos del tipo acrílico.
En cambio, si las grietas son grandes (más de cinco milímetros), se recomienda inyectarles resinas epoxídicas que tienen la capacidad de formar un puente de adherencia entre las partes a punto de desprenderse. Como siempre, la superficie de la grieta debe estar limpia, firme y totalmente seca.
La renovación de nuestra casa siempre es bienvenida. Y aunque las paredes pueden dar problemas, como vemos todo tiene solución.
Al momento de construir o refaccionar, el revoque es la base de todo proyecto. ¡Adelante!
