¿Tienes un dilema? Si tu clóset creció, pero tu pieza no es muy grande y no cuentas con más espacio para ampliar o construir una anexo del closet… ¡oh, problema! ¿Y ahora?
La respuesta ante esta dificultad está en tu creatividad, en encontrar pequeños rincones, nichos o nuevas distribuciones de los muebles con los que cuentas para integrar una zona muy personal en donde puedas vestirte y desvestirte a tu antojo, probarte prendas y mirarte al espejo antes de salir cada mañana.
En este Libro de Ideas te mostramos algunos tips para organizar mejor el mobiliario y así contar con tu nueva zona de trabajo personal
Aunque es más que común, resulta ser una idea que verdaderamente funciona. Colocar tu cama hasta el extremo de la habitación, pegando la cabecera o incluso un costado a la pared, lo que dejará más libertad a los costados para caminar y visualizar una correcta distribución.
La mejor zona para vestirte y probarte la ropa es frente al lugar en donde se guardan las prendas, es decir ¡frente al clóset!
En ese sentido, puedes colocar una pequeña mesa tipo isla para ir colocando las prendas. Con cajones organizadores también se puede hacer, con el fin de generar espacios únicos y agradables para cambiar de ropa.
Tal vez tu pieza cuenta con un espacio anexo destinado a estudio o mini living para descansar, pero en ese caso puedes darle un mejor uso y aprovecharlo al máximo con la instalación de repisas, percheros y cajoneras flotantes. ¡Será genial!
Otra alternativa que no puedes dejar de pasar, es la de colocar la cama hasta el extremo de la habitación y proteger la cabecera con una muralla. Si te sobra espacio, instala un pequeño espacio que permita que te cambies de ropa las veces que quieras y con la comodidad necesaria.
Si tu espacio es un poco amplio, aprovecha e instala una celosía que separe la zona de dormir, de estudiar o de leer, de la zona para probarte la ropa y vestirte. Le dará privacidad y un buen estilo.
Puedes construir un muro completo, de piso a techo, pero de material ligero para separar la habitación en dos. Por un lado deja la cama y zona de dormir, y por el otro dejar libre, con una silla y mesa para cambiarte. ¡A disfrutar!
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Con un pequeño hoyo que haya quedado en la pieza, puedes instalar un espejo grande, colocar una silla sencilla y ocuparlo como vestidor, en la intimidad de tu recámara y descubriendo los sorprendentes nichos de cada lugar.
Esta habitación aprovecho sus dimensiones para arrinconar un espacio como closet. Se trata de una idea innovadora y poco vista que resulta ser más que interesante.
Mira el ejemplo de este closet con cortinas de terciopelo.
En esta pieza se instaló una pequeña transición para ordenar la ropa en reducidos espacios. Cajones en la parte inferior administran un buen espacio para la ropa, seguido de percheras y otros cuadros para arrojar aquella ropa de invierno que tanto espacio nos ocupa.
Este ejemplo conserva de manera oculta un closet, pero fuera de él tiene dos espejos verticales que sirven de manera perfecta para vernos, sobretodo cuando queremos ir muy presentados a algún lugar.
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Esta pieza de doble división es única. Resulta que a un lado encontramos la cama y del otro, el closet con una amplia profundidad para poder desplazarnos y guardar la cantidas de ropa necesaria.