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Nuestra recámara es el remanso de paz al que llegamos después de un ajetreado día, en donde planeamos metas y nos desvelamos imaginando sueños cumplidos. Este lugar debe ser tranquilo, pacífico y relajante, y sobre todo debe expresar nuestra personalidad totalmente.
También debe cumplir con las necesidades que tenemos ya sea para descansar, estudiar, trabajar o jugar, debe ser un lugar ventilado y sano, luminoso, organizado y limpio, y sobre todo debe inspirarnos. En él nos debemos llenar de energía cada día al despertar y descargar nuestro cansancio por la noche. Y nada mejor que una recámara moderna para hacer de nuestro espacio ese lugar favorito al que siempre queremos volver.
En este libro de ideas te damos 15 consejos sencillos y prácticos para hacer de tu recámara el lugar de tus sueños ¡literalmente! Acompáñanos y toma nota de los consejos que más te gusten.
Los colores y las formas neutrales tienen la virtud de no acaparar nuestros sentidos y así nos ayudan a mantener nuestra concentración y energía enfocadas en lo importante. Una gama de colores terrosos y orgánicos como marrones, cremas, grises y rosados reflejan el tono preciso de luz, no saturan y son lindos.
Si gustas de pasar las horas de ocio, de estudio y de descanso en tu recámara, es importante que aproveches cada centímetro para mantener orden y organización. No te pierdas entre el caos de la computadora sobre la cama, los libros en el buró y la tv en el suelo: los muebles multifuncionales son perfectos.
Hay un lugar para cada cosa y cada cosa tiene su lugar… Si cuentas con una recámara amplia no es necesario cerrar muros, con simples mamparas puedes delimitar el vestidor de la zona de dormir o del estudio. Si tu recámara es pequeña ¡con mayor razón!, no permitas que tu ropa cubra la cama o las almohadas aparezcan sobre el escritorio.
Los colores claros reflejan la luz del sol, evocan frescura y calma. Son perfectos para el descanso pues crean atmósferas tibias de paz y sosiego. Puedes mezclar algunos toques en colores intensos para darle color y alegría, y utilizar detalles interesantes como cortinas de tul, macetas o arte en las paredes.
Deja que entre mucha luz natural a tu recámara, y si es posible integra lámparas, luces y destellos en donde se pueda. Las luces led son ideales para ello pues son económicas, gastan muy poca energía y pueden tomar formas increíbles. Ilumina tu cabecera, las mesitas de noche, debajo de la cama… ¡donde se te ocurra!
A pesar de que es ideal el uso de colores claros y neutros para la recámara, integrar colores vibrantes a ciertos elementos le dará un toque de alegría y diversión. Recuerda que no siempre estarás durmiendo, un tono intenso como naranja o púrpura pueden ayudar a tu concentración para comenzar el nuevo día.
Haz de tu recámara un lienzo en blanco. Integra detalles y ornamentos, textiles con patrones coloridos e interesantes, cojines, cortinas sorprendentes, alguna mantita divertida, una luminaria de formas futuristas, espejos, tapetes, en fin… Es tu creación, ¡ponle lo que quieras!
La ventilación es indispensable para habitar un lugar, limpia el ambiente no sólo del aire y oxígeno sino de las energías que se quedan atoradas en las esquinas. Abre las ventanas y enciende abanicos, permite que el aire se renueve y la luz del sol elimine todo rastro de negatividad.
Si prefieres estudiar o trabajar de noche, integra el estudio a tu recámara. De esta forma tienes la opción de trabajar y de un salto irte a descansar, y no será difícil levantarte muy temprano a terminar los deberes. Sólo delimita muy bien la zona, colócala contraria a la cama y organiza tus herramientas y libros.
Decorar tu recámara es el pretexto perfecto para hacer esa base de cama que siempre quisiste, elaborar el librero de pallets que te gustó o recrear una terraza orgánica en tu espacio privado. ¿Qué tal construir tu propia cama de madera de reuso? No sólo estarías dándole un toque cool a tu cuarto, también estarías apoyando al cuidado del ambiente.
En este libro de ideas encontrarás geniales tips para hacer tu propia cama.
Haz de tu recámara tu espacio, llénalo de detalles creados por ti, de tus dibujos, de tus poemas, de cuadros de tus sobrinos, hermanos o hijos. Pon la colcha que tanto te gusta, ¿qué importa que sólo te guste a ti? Cuelga detalles lindos, haz de tu joyería un ornamento en las paredes… ¡tú conoces lo que más te gusta!
El papel tapiz es una opción económica y muy creativa para decorar las recámaras. Elige bien los patrones que habrás de integrar en tu cuarto. Que sean colores claros pero con figuras atractivas, que sean fáciles de combinar con el mobiliario y que no te vaya a cansar muy rápido. El tapiz es como un lienzo detrás de tu cabecera.
Esto nos acerca con nuestro origen, con la naturalidad que somos. Integra elementos de madera, macetas con vegetación, ornamentos tribales, un piso de duela rústica o un baúl de bambúes. Haz que tu espacio respire con la naturaleza.
Un gran espejo no solo luce elegante y sofisticado, también crea una sensación de amplitud que hará que tu recámara luzca el doble de grande, ¡inténtalo! Puedes colocarlo a lo largo de una pared, detrás de la cama o en fragmentos, el efecto será increíble, el espacio se verá luminoso y glamouroso.
Recuerda que tu recámara es tu espacio de paz, no lo satures de elementos, trata de integrar sólo los muebles indispensables aunque incluyas detalles y ornamentos decorativos. Procura que al anochecer todos tus objetos te permitan descansar y que al despertar la luz y los colores te llenen de nueva energía. En ese espacio renaces cada día.
