Una casa chiquitita con una sorpresa gigante

Fiel al estilo de construcción tradicional coreano, pero con un estilo moderno, esta casa tiene materiales como madera y piedra. Se trata de una vivienda que se adapta a las necesidades de sus propietarios y que a través de detalles como las ventanas frontales se deja entrar mayor luminosidad y aire, para que enfríe la casa para esos meses de calor. 

Hay que destacar también la simple fachada, donde el revestimiento de madera que rodea la ventana principal se lleva todas las miradas.

Las ventanas acá son de varios tamaños, todo sea por asegurar una correcta iluminación y una muy buena ventilación. Nos interesan especialmente las ventanas altas y verticales, que aportan estética mientras dejan pasar los rayos de sol necesarios para no saturar.

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Si bien las casas en Corea siguen fabricándose tomando en cuenta el marco básico, ésta combina elementos más tradicionales con otros modernos. De esta forma, se dejó un amplio espacio para el living y el comedor, con estanterías de piso a techo y una cocina abierta. A esto se suma ese impresionante espacio que deja conexión con las demás áreas de la casa, donde destaca el piso de madera. Además de su valor estético, los pisos de este material aportan calidez al ambiente, son resistentes al paso del tiempo y se les puede limpiar fácilmente.

Para grandes volúmenes de cosas, bienvenida son las estructuras de esta naturaleza, ¿no? No hay duda de que al ver esta estantería te preguntes cómo se llegará a ver una vez lista. 

El uso de las paredes para implementar estanterías ha sido una jugada maestra en este caso, y aunque acá no falta espacio sí es una excelente manera de que se vea todo en su lugar.

Si algo tiene esta amplia y abierta cocina es que responde a la necesidad de integración que suelen tener las casas coreanas, donde los espacios están conectados para fomentar la reunión.

Con detalles como los focos apuntando al mesón y las luces empotradas sobre la cocina, sumado a ese mini espacio estilo industrial, queda claro que los arquitectos quisieron jugar con los estilos sin que se perdiera la esencia.

Con un gran espejo y un lavamanos flotante, se maximiza el espacio de este baño donde fluye un estilo moderno gracias al contraste entre los azulejos claros y oscuros.

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Siguiendo la esencia de esta casa, donde prima la conectividad, las piezas de los niños están separadas sólo por una puerta corrediza, la cual pueden mover cuando quieran. Así pueden estar juntos, pero también disfrutar de su privacidad. 

A diferencia del resto de la casa, estas piezas aportan el punto de color. En este caso, con un tono pastel se rompe la sobriedad de los colores neutros y tierra que predominan en este hogar.

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